04 enero 2010

Las Tunas. En medio de ninguna parte.

Las Tunas, entrada al oriente cubano, es una ciudad de paso con escasos atractivos turísticos en los alrededores. O ninguno. Cuba en estado puro. Eso es lo que me interesa de esos lugares donde no es fácil ver turistas.

Esta es una ciudad relativamente pequeña, de poco mas de cien mil habitantes que viven alrededor del agradable Parque Central, el Bulevar y la avenida Vicente García. Hoy lunes la ciudad presenta un aspecto muy animado, ya que todo el mundo salió a la calle a hacer sus compras o cambiar moneda -colas inmensas en los Cadeca- tras cuatro días feriados seguidos.

Ayer domingo, sin embargo, la ciudad a primera hora de la tarde era un mar de tranquilidad. Me dio la posibilidad de dar un largo paseo que desembocó en el surrealista Parque 26 de Julio. Un recinto gigantesco que combina espacio para feria agrícola y ganadera, restaurantes, tiendas, zona deportiva, actividades infantiles, ocio nocturno y... una sorprendente pista de rodeo cubano. Eso si, esta vez no tuve suerte y el recinto no tenia actividad cuando lo visite. Llegué demasiado tarde.

Más suerte tuve cuando después de la caminata me senté a tomar una cerveza y descansar en un agradable bar del Parque Central. Le pregunté al servicial camarero -no suelen abundar-, dónde debía dirigirme para tomar una copa por la noche... Sorpresa... Es domingo y hay matiné en el Cabaret a escasos doscientos metros. La sesión de discoteca empezó a las dos de la tarde, acaba a las seis, después se va el personal a un lugar llamado El Ranchón -restaurante- y desde las diez de la noche se sigue en la discoteca-karaoke Tropical, en el Hotel Las Tunas... y se amanece si hace falta. Vamos, como la ruta del bakalao pero a lo cubano. Llamémosla ruta de la salsa y el cubatón. Eso sí, en lugar de moverse el personal en opelescorsa tuneados, se mueven en bicitaxis o coches de caballos. Mágico.

Para allá que me fui y como suele ocurrir a poco sociable que uno sea, acabé en una mesa del presunto karaoke -que de karaoke no tenía nada- junto con un grupo de cubanos, compitiendo con uno de ellos -residente en España y por tanto con algo de dinero- para ver quién pagaba más botellas de ron a la mesa, para regocijo de nuestros invitados. Hay que ver lo rápido que se evapora una botella en Cuba en cuanto se abre y se le da un sorbo a los santos -vertiéndolo en el suelo-. Desaparece en un visto y no visto.
That's life, mi socio.

Hoy día relajado en la ciudad, disfrutando de la hospitalidad de la señora Nelly y de su fantástica casa colonial, en la que incluso hay un patio interior con plataneras. Esta tarde trataré de cuadrar un carrito para ir de excursión a lo cubano a Puerto Padre y Punta Covarrubias, en el norte de la provincia. A lo mejor se bucea y todo. Por la noche, bus nocturno hasta Varadero... 13/14 horas de ruta, y si no hay retrasos, averías... vamos, más que un vuelo intercontinental! :)))


Centro de La Tunas. Día nublado. (Foto: Juan Carlos Enrique)

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