El final del viaje. Playas del Este.
El final del viaje se acerca, y con el, la necesidad de estar cerca de La Habana. Mi vuelo sale mañana por la noche. Lo bueno dura poco.
Por la mañana salí a una hora prudente desde la ciudad de Matanzas. Por un precio mas que razonable conseguí cerrar el trato con el chofer de un viejo Lada, así que descarte el autobús y el tren como opciones alternativas y me eche a la carretera para cubrir los aproximadamente 80km que separan mi punto de salida de Guanabo, en Playas del Este. Aprovechando el disponer de transporte y tiempo, hice dos paradas en el trayecto para conocer lugares que nunca visité.
PLAYA JIBACOA
La primera en la playa de Jibacoa, una paradisiaca playa de aguas azul intenso que, por ser invierno, estaba casi desierta y un tanto abandonada. Pero aun así, me pareció un lugar mágico que prometo visitar con mas calma en otra ocasión. El lugar merece una excursión a lo cubano para pasar el día asando un puerco en la misma playa y dándole a la cerveza hasta que anochezca. Prometido que lo haré.
SANTA CRUZ DEL NORTE
La segunda parada fue en el pueblo de Santa Cruz del Norte, conocido por tener una gran planta productora de ron Havana Club. El lugar es decepcionante. Entre instalaciones industriales, languidece este pueblecito que pese a disponer de malecon, este se encuentra en un estado lamentable: basura, tiñosas -buitres-, suciedad y algunas casas destartaladas son lo único que ofrece el lugar. De este viaje me estoy llevando la impresión de que Cuba, diez años después de mi primera visita, se esta destruyendo a si misma. Fuera de La Habana y algunos puntos turísticos donde se esta recuperando con acierto el patrimonio y el entorno, el país se esta hundiendo en la nada. Los derrumbes no se arreglan, los puentes se caen y nunca se vuelven a levantar, las calles se estropean y así se quedan, los ranchones se los lleva un ciclón y deja para siempre un montón de escombros. Da cierta pena, para que les voy a engañar.
Y DE NUEVO... GUANABO
Finalmente, regreso al encuentro de mis amigos en Guanabo. Esta noche celebrare la ya tradicional fiesta de despedida en casa de mi amigo Regino y su esposa Iris. Cocinaremos, beberemos y hablaremos mierda hasta el agotamiento. Mañana tengo la esperanza de que por fin el mar se calme -lleva dos semanas revuelto en la costa norte- y pueda hacer el menos una corta inmersión de buceo. De no ser así, seria la primera vez que vengo a Cuba y no hago submarinismo. Cosas del tiempo meteorológico.
Etiquetas: Cuba
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