Matanzas. Cronica de la decadencia y la ignorancia.
Decir que la ciudad de Matanzas es una ciudad decadente y vetusta, no es decir mucho. Casi todas las ciudades de Cuba, en mayor o menor grado lo son. Sin embargo a poco que se conozca el esplendoroso pasado social, económico y cultural de esta villa situada entre La Habana y Varadero, y se de un sosegado paseo por sus calles, se tiene esta sensacional de manera muy especial.
La arquitectura de la ciudad, tanto civil como religiosa es muy rica. Iglesias y edificios, hoy mayoritariamente semi-abandonados, tuvieron en un su día un evidente esplendor. Para nosotros los europeos, tan preocupados en las ultimas décadas por la conservación del patrimonio histórico, resulta desolador ver como magníficos edificios coloniales del siglo XIX o de principios del XX son hoy un montón de ruinas. O los omnipresentes puentes, que cruzan aquí y allá los ríos Yumuri y San Juan. Impresionantes estructuras que acompañan en ocasiones las también omnipresentes vías de tren y que acumulan oxido atacadas inexorablemente por el ambiente salino de la Bahía de Matanzas. Decadencia...
Así es Cuba. Así es Matanzas.
El ritmo de sus calles, es bastante mas acelerado que el de las ciudades orientales que visite los últimos días. Mas vehículos a motor, menos bicicletas, mas ruido, mas velocidad, mas contaminación. Se intuye la cercanía de la capital y de su ruidoso ritmo de vida durante las 24 horas del dia. Sin embargo, la oferta cultural, gastronómica y de ocio, a diferencia de la de la capital, parece paupérrima. Apenas sosas cafeterías estatales donde solo venden un pan con jamón -del malo, eh?- y unos refrescos hechos a base de química.
Poco que ver en Matanzas, aparte de empaparme, una vez más de esa Cuba que miles y miles de turistas extranjeros que disfrutan como cerdos del sol -escaso estos días- y de los mojitos sin fin, NUNCA van a conocer. Ah, eso si... después cuando lleguen a sus destinos en Canada, Alemania, Gran Bretaña... o España... contaran a sus amistades todos los tópicos sobre Cuba que oyeron ANTES de salir de sus casas, sintiéndose expertos en la materia cubana... En, en Cuba se pasa mucha hambre... y que viejo esta todo.... pero que bien bailan la salsa.
Ignorancia. Clave de la felicidad, dicen.
Mañana se sigue viaje. O mejor dicho, va concluyendo. Pero eso si, antes... incursión nocturna en Matanzas. Dice la pareja de la casa donde alquile habitación que hay aquí una discoteca que los miércoles se pone muy buena. Ya les contare.
La arquitectura de la ciudad, tanto civil como religiosa es muy rica. Iglesias y edificios, hoy mayoritariamente semi-abandonados, tuvieron en un su día un evidente esplendor. Para nosotros los europeos, tan preocupados en las ultimas décadas por la conservación del patrimonio histórico, resulta desolador ver como magníficos edificios coloniales del siglo XIX o de principios del XX son hoy un montón de ruinas. O los omnipresentes puentes, que cruzan aquí y allá los ríos Yumuri y San Juan. Impresionantes estructuras que acompañan en ocasiones las también omnipresentes vías de tren y que acumulan oxido atacadas inexorablemente por el ambiente salino de la Bahía de Matanzas. Decadencia...
Así es Cuba. Así es Matanzas.
El ritmo de sus calles, es bastante mas acelerado que el de las ciudades orientales que visite los últimos días. Mas vehículos a motor, menos bicicletas, mas ruido, mas velocidad, mas contaminación. Se intuye la cercanía de la capital y de su ruidoso ritmo de vida durante las 24 horas del dia. Sin embargo, la oferta cultural, gastronómica y de ocio, a diferencia de la de la capital, parece paupérrima. Apenas sosas cafeterías estatales donde solo venden un pan con jamón -del malo, eh?- y unos refrescos hechos a base de química.
Poco que ver en Matanzas, aparte de empaparme, una vez más de esa Cuba que miles y miles de turistas extranjeros que disfrutan como cerdos del sol -escaso estos días- y de los mojitos sin fin, NUNCA van a conocer. Ah, eso si... después cuando lleguen a sus destinos en Canada, Alemania, Gran Bretaña... o España... contaran a sus amistades todos los tópicos sobre Cuba que oyeron ANTES de salir de sus casas, sintiéndose expertos en la materia cubana... En, en Cuba se pasa mucha hambre... y que viejo esta todo.... pero que bien bailan la salsa.
Ignorancia. Clave de la felicidad, dicen.
Mañana se sigue viaje. O mejor dicho, va concluyendo. Pero eso si, antes... incursión nocturna en Matanzas. Dice la pareja de la casa donde alquile habitación que hay aquí una discoteca que los miércoles se pone muy buena. Ya les contare.
Etiquetas: Cuba
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