23 julio 2007

Comiendo mierda en el aeropuerto de La Habana

Sabrá disculparme la grosería del titulo de este post, mi querido lector, que refleja sin duda mi estado de animo actual. Me explicare: Hoy me levante temprano en Santiago de Cuba, no sin esfuerzo, dados los excesos de mi inmersión nocturna en el Carnaval. Un Yak 42 me llevó sin incidencias hasta La Habana, en un agradable vuelo en el que el comandante tuvo el detalle de explicarnos parte del paisaje que se divisaba desde el avión. La Bahía de Santiago, Manzanillo, Trinidad y el Surgidero de Batabano se dejaban ver a través de las ventanillas del vetusto reactor soviético. Mi plan, una vez llegado a la terminal 1 del aeropuerto de La Habana era, tras una espera de tres horas que pensaba amenizar con la lectura de la novela La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones. El vuelo hasta Nueva Gerona, capital de Isla Juventud, debía haber partido a las 14.50 horas, para cubrir la corta distancia del trayecto en apenas 40 minutos. Hasta este punto, todo perfecto.

El problema es que el vuelo no partió. No lo hizo a la hora prevista, tampoco dos horas después, ni siquiera a las seis de la tarde y tampoco a las ocho... Las explicaciones del impasible personal de Cubana de Aviación, pasaron de las supuestas complicaciones meteorológicas a los problemas técnicos, pasando por los siempre socorridos problemas de operatividad.

Tras nueve horas en la terminal nacional del aeropuerto de La Habana, y tras comunicarnos el personal de Cubana la nueva hora fijada, las 23.30, decido arriesgarme y seguir esperando. La alternativa de cancelar el vuelo y alojarme de manera no prevista en Habana no me parece especialmente alentadora. Máxime cuando en Nueva Gerona me esperan, con la comida preparada desde mediodía, en la casa de mi amiga Odalis.

Decidido, llame a Odalis y familia, les comunique el retraso, les pedí que compraran una botella de ron y que esperaran noticias. Seguiré comiendo mierda en el aeropuerto, confiando en que finalmente, Cubana se digne a transportar a los pasajeros de los dos vuelos cancelados, que siguen, a esta hora, soportando con resinación cubana su situación de abandono...

Patria o muerte, venceremos. :)

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