Y ahora... Rumanía.
Un corto viaje de trabajo me llevará la próxima semana hasta Rumanía. Durante escasamente cinco días, haré lo posible por conocer más sobre un país con el que tengo cierta vinculación personal. No en vano en mi ciudad, Castellón, hay una de las más importantes colonias rumanas en el extranjero, y ello provoca que tenga contacto diario con inmigrantes de esta nacinalidad. No veo la hora de acercarme a conocer este rincón de la Europa del Este, que acaba de incorporarse a la Unión Europea.
El viaje, rompiendo mis habituales esquemas, no será en solitario y a la aventura, sino que lo compartiré con Ricardo, un empresario de mi ciudad y un guía rumano, lo que sin duda quitará emoción al viaje. Pero estoy seguro de que encontraré mis espacios para empaparme de esta cultura que me resulta al mismo tiempo tan cercana, como lejana y misteriosa.
Mi próximo post, desde Bucarest, la capital rumana. Y de ahí a Constanza y Costinesti, en la costa del Mar Negro, donde vigilaré mis modestas inversiones. Será interesante visitar este rincón turístico en pleno invierno.
El viaje, rompiendo mis habituales esquemas, no será en solitario y a la aventura, sino que lo compartiré con Ricardo, un empresario de mi ciudad y un guía rumano, lo que sin duda quitará emoción al viaje. Pero estoy seguro de que encontraré mis espacios para empaparme de esta cultura que me resulta al mismo tiempo tan cercana, como lejana y misteriosa.
Mi próximo post, desde Bucarest, la capital rumana. Y de ahí a Constanza y Costinesti, en la costa del Mar Negro, donde vigilaré mis modestas inversiones. Será interesante visitar este rincón turístico en pleno invierno.
Etiquetas: Rumanía