20 julio 2007

La Bahía de Santiago de Cuba

Pese a que desde el centro de la ciudad es fácil olvidarse de su presencia, dado que no se divisa, la ciudad de Santiago de Cuba crece junto a una imponente bahía, escenario de históricas batallas navales en la guerra hispano-norteamericana. La estrecha bocana del puerto natural que forma la bahía está presidida en su ribera más oriental por la imponente fortaleza de San Pedro del Morro, contraída en el siglo XVII. En la orilla opuesta de la entrada de la bahía reencuentra el poblado de La Socapa. Toda la ciudad se extiende tierra adentro en la misma orilla que la fortaleza. En el interior de la bahía, en su extremo más cercano a la bocana, encontramos algunos puntos de interés, como el Cayo Granma, un islote de apenas medio kilómetro de ancho que se encuentra habitado y al que se puede acceder utilizando el poco fiable ferry que parte del embarcadero cercano a la fortaleza. También es posible acceder al cayo desde el lugar conocido como Punta Gorda, donde se encuentran las instalaciones de la Marina Marlin Santiago. En esta marina, además de un restaurante de divisa con vistas a la bahía, existen servicios orientados al turismo como son el buceo, alquiler de catamaranes o incluso de kayaks. Si se exploran los alrededores de Punta Gorda puede encontrarse algunos lugares pintorescos como el lugar conocido como El Muelle, donde una desabastecida cafetería que vende cerveza Mayabe y pollo frito en moneda nacional, aparece instalada sobre las aguas de la bahía, y unida a tierra firme por una pasarela. Este lugar, en franca decadencia en el momento de mi visita, es sin embargo un punto privilegiado desde donde observar casi en solitario el mágico paisaje de la entrada de la Bahía de Santiago de Cuba, observándose tras la manga de agua las siluetas de el Morro, La Socapa y el Cayo Granma. En este lugar, uno consigue alejarse por un tiempo de bullicio de las calles de Santiago de Cuba.


BUCEO EN SANTIAGO DE CUBA

Hasta la fecha no tuve ocasión de practicar buceo con botella en aguas de Santiago de Cuba. Sin embargo, sí tuve ocasión de interesarme por el tema en el centro de buceo de Marina Marlin Santiago –tels 69 14 46 y 68 63 14-, en Punta Gorda. Allí me informaron que, previa reserva, realizan salidas de buceo diarias al precio de 30 CUC por inmersión más 5 CUC por el alquiler del equipo completo. Desde este punto se realizan inmersiones prometedoras como, si las corrientes lo permiten, la visita al pecio existente en la bocana de la bahía. Se trata del navío de guerra norteamericano hundido por los españoles durante el asedio al que estos últimos fueron sometidos en 1898.

Otras posibilidades para bucear en aguas de Santiago de Cuba la ofrecen el Hotel Sierramar y el Hotel Bucanero, ambos al oeste de la ciudad.


LOS CARNAVALES DE SANTIAGO DE CUBA

La ciudad de Santiago de Cuba anda preparando con intensidad sus carnavales. Y no es para menos: los carnavales de Santiago, una de las fiestas más animadas de toda Cuba, comenzarán oficialmente en unas horas.

En las principales calles de la ciudad se ultiman los preparativos. Las tradicionales casetas de manera o de hojas de palma están ya a punto para comenzar a vender comida y bebida a los miles de cubanos y turistas que desde mañana sábado invadiran sus calles.

Y aunque como me recuerda Carmen, la esposa de mi amigo Santiago, los carnavales ya no son lo que eran –llegaron a celebrarse hasta por 30 días seguidos-, lo cierto es que vale la pena sumergirse en la orgía de música, baile y alcohol que está a punto de iniciarse. Ya tuve ocasión de vivir los Carnavales completos en 2004, sé de lo que hablo.

Mañana será un día duro, compay.

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Fiesta en la Playa (a lo cubano)

Si algo les gusta a los cubanos es organizar fiestas en la playa. Es tan simple como que una familia o un grupo de amigos tenga un transporte, comida, bebida y música, para que decida pasar una jornada en una playa más o menos cercana. Una vez allí se come, se baila y se bebe hasta que mosquitos y gegenes recomiendan la retirada.

Nada más llegar a la casa de mi amigo Santiago, propuse que organizáramos una de estas fiestas. Y por ello dedicamos parte de la jornada del miércoles a aprovisionarnos para la fiesta. En un restaurante nos vendieron un par de botellas de ron Cubay a precio rebajado. En la bahía conseguimos camarones pelados y unos buenos filetes de cherna. Carmen se encargó de comprar la vianda –yuca y calabaza- y la ensalada –tomates y aguacates-, además de elementos como el cilantro y el aceite. Francisquito, un buen amigo de la familia de Santiago, se encargaría de conseguir la música y un par de cajas de cervezas de a 10 pesos cubanos. El transporte, como no, sería la ya entrañable Panchita Ventolera, el Plymouth de Santiago.

Hacia las 10 de la mañana partimos desde Santiago en dirección este, hacia Sierra Maestra. Tras algunos kilómetros y tras un encuentro con un motorista de la policía que se interesa por saber si en el vehículo viaja algún yuma –no está permitido a los turistas viajar en vehículos particulares-, y tras una avería del Plymouth que Santiago consigue resolver, aparece de nuevo ante nosotros la costa. Junto a la carretera, van apareciendo infinidad de pequeñas playas y calas más o menos arenosas y más o menos frecuentadas. Son muchos los cubanos que en carro o en guagua se han desplazado hasta ellas para celebrar sus fiestas en familia. Nos detenemos finalmente en una encantadora calita conocida como El Caletón. Allí nos instalamos y cuadramos con un guajiro el que nos suministre arroz, algunas frutas, agua y hielo, a cambio de unos pesos y un trago. Santiago, ayudado por todos, va preparando la comida. El menú consistirá en un arroz, una caldosa y ensaladas. Delicioso.

La fiesta se prolongó hasta el anochecer, entre música, risas, comida y ríos de cerveza, ron y mentiritas –cubalibres-. Esto –le dije a Chago- es mejor que trabajar, compay.


El Caletón. (foto: Juan Carlos Enrique)

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